Porque hay historias que merecen ser contadas...

Es hoy cuando decido aprovechar la bondad de internet para empezar a organizar una parte de mi vida. Alguien me comentó que había creado un blog para su mamá y lo vi como una buena alternativa de poner en orden un gusto que siempre tuve y nunca me animé a compartir masivamente, quizá porque en realidad no me considero bueno, sino simplemente un aficionado que encontró en la escritura una descarga, una terapia, y sobre todo una forma de no matar los recuerdos, porque a medida que pasa el tiempo, la memoria nos engaña.
No recuerdo cuando descubrí este gusto, pero fue hace mucho tiempo y gracias al amor por la enseñanza y la literatura de una profesora del secundario (Ana Machado), y porque algo merecía ser documentado de alguna manera, y para mi la palabra escrita es la mejor forma de trascender cualquier frontera, incluso cuando el tiempo, la vida, y la muerte nos condenan a un final anunciado. Porque sigo insistiendo en que hay cosas que son infinitas, y no todo termina cuando nos llega la hora, porque al límite de nuestra existencia lo determinamos nosotros mismos con lo cosechado en vida, y hay palabras que tienen miles de años y perduran gracias a que alguien las escribió en un papel, una piedra, una pared.
La literatura es un arte, y como todo arte es infinito. Muy lejos estoy yo de ser un artista, aunque en mi afán de escritor, alguna tuve la fantasía de que mucha gente llegara a leer lo que escribo con el mismo gusto con el que lo hago.
Soy desordenado por naturaleza, y en ese gran desorden perdí muchas cosas que escribí, nunca tuve un diario, bitácora, cuaderno, archivo, ni nada que conserve lo que fui escribiendo, y lamento haber perdido una parte de esos recuerdos que no merecen morir. Por eso es que decidí desde hoy recopilar mi material en un blog.
Porque internet es la herramienta mas usada del mundo, porque así voy a dejar perder lo que voy escribiendo, y porque quizá no cumpla ese sueño de que mucha gente lo lea, pero se que alguien lo va a leer y se va a encontrar entre mis recuerdos, y hasta quizá sonría de gusto.
Termino el prologo de mi blog con un GRACIAS a todas las personas que vayan a participar directa o indirectamente de él, porque cada día guarda mil historias que merecen ser contadas, y yo lo hago "por el gusto de escribir".

sábado, 10 de enero de 2009

Leal Confidente

No hay mucho prólogo para lo que escribí esa madrugada. Las cursilerías que son producto del amor no tienen mucho sentido ni explicación. Sólo se trata de verla en cada cosa a mi alrededor...

LEAL CONFIDENTE

Hay un vaso con soda
que quedó mitad vacío
sobre mi mesa de luz,
medio colchón tiene frío,
y mis brazos en cruz
desde la otra mitad,
sienten la necesidad
de abrazarte fuerte.
El aire huele a verano
en mi habitación,
yo muriendo por verte
le doy vida al pato
que me regalaste,
y charlamos un rato
de cosas de hombres;
noches de desvelo,
escenas de celos,
historias de amor,
proyectos idealistas,
y siempre sos vos
la protagonista.
Y es mi confidente,
sabio consejero
que en actitud paciente
escucha en silencio.
Tiene la ternura
que vos le diste,
conserva el perfume
que le pusiste,
y sin decir nada
te trae hasta acá.
Y un rato después
cuando apura el sueño
y avanza la madrugada,
“pato” se hace dueño
de la situación.
No me dice nada,
pero se que entiende
de mi condición
de enamorado.
Y sin demoras
se sienta a un lado
y por enésima vez
te trae conmigo,
siendo cómplice
y fiel testigo
de lo que siento,
me cuenta un cuento
de dos palabras
antes de dormir.
Sin nada que decir,
abre su libro
de tapa roja
y en la única hoja
de narración,
con tu caligrafía,
un te amo y un corazón
ponen fin a un día
simplemente feliz.
Dibujo una sonrisa,
cierro los ojos
y sin ninguna prisa,
me duermo con el antojo
de soñarte otra vez.

(alguna madrugada enamorado de la mujer de mis sueños)

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