Porque hay historias que merecen ser contadas...

Es hoy cuando decido aprovechar la bondad de internet para empezar a organizar una parte de mi vida. Alguien me comentó que había creado un blog para su mamá y lo vi como una buena alternativa de poner en orden un gusto que siempre tuve y nunca me animé a compartir masivamente, quizá porque en realidad no me considero bueno, sino simplemente un aficionado que encontró en la escritura una descarga, una terapia, y sobre todo una forma de no matar los recuerdos, porque a medida que pasa el tiempo, la memoria nos engaña.
No recuerdo cuando descubrí este gusto, pero fue hace mucho tiempo y gracias al amor por la enseñanza y la literatura de una profesora del secundario (Ana Machado), y porque algo merecía ser documentado de alguna manera, y para mi la palabra escrita es la mejor forma de trascender cualquier frontera, incluso cuando el tiempo, la vida, y la muerte nos condenan a un final anunciado. Porque sigo insistiendo en que hay cosas que son infinitas, y no todo termina cuando nos llega la hora, porque al límite de nuestra existencia lo determinamos nosotros mismos con lo cosechado en vida, y hay palabras que tienen miles de años y perduran gracias a que alguien las escribió en un papel, una piedra, una pared.
La literatura es un arte, y como todo arte es infinito. Muy lejos estoy yo de ser un artista, aunque en mi afán de escritor, alguna tuve la fantasía de que mucha gente llegara a leer lo que escribo con el mismo gusto con el que lo hago.
Soy desordenado por naturaleza, y en ese gran desorden perdí muchas cosas que escribí, nunca tuve un diario, bitácora, cuaderno, archivo, ni nada que conserve lo que fui escribiendo, y lamento haber perdido una parte de esos recuerdos que no merecen morir. Por eso es que decidí desde hoy recopilar mi material en un blog.
Porque internet es la herramienta mas usada del mundo, porque así voy a dejar perder lo que voy escribiendo, y porque quizá no cumpla ese sueño de que mucha gente lo lea, pero se que alguien lo va a leer y se va a encontrar entre mis recuerdos, y hasta quizá sonría de gusto.
Termino el prologo de mi blog con un GRACIAS a todas las personas que vayan a participar directa o indirectamente de él, porque cada día guarda mil historias que merecen ser contadas, y yo lo hago "por el gusto de escribir".

sábado, 13 de noviembre de 2010

W

¿Qué hago?
Con mis ganas de dormirme en tu costado.
Decime qué hago
si los besos que nos damos
son mi sueño, mi salud, mi enfermedad.

Son tus pasos,
que le ponen ritmo al tiempo,
la voz de mi templanza.
Es tu sonrisa,
regocijo de mis días,
mariposas en la panza.

Es tu cuerpo,
manifiesto de escultores
que buscaban perfección.
Es tu toda,
mi paz y mi opulencia,
mi delirio, mi adicción.

No estoy solo,
si se trata de extrañarte
una sola madrugada.

martes, 6 de julio de 2010

Cuando las palabras no aparecen...

¡Qué lindo sentir esa extraña sensación! Aunque enojado por no poder encontrar las palabras, una sonrisa me hace cómplice de una rara historia que esconde magia en su rareza.
¿Cómo hacer para describir lo indescriptible? A mi nunca me había pasado. Desbordado de encanto no me queda más que morir en una sola palabra que guarda un todo tan infinito como mis deseos, como los sueños, como su toda...

Inefable

Y al fin encontré un adjetivo
que al menos intenta describirla,
porque aunque ella,
dos veces al mes da positivo
en los controles de alcoholemia,
y si se trata de romper
hace esquirlas con cristales de bohemia,
aún así es más hermosa que cualquiera.

Porque un lustro se hace añicos
cuando habla y me silencia,
porque hace magia con sus ojos
y me lleva con su ausencia,
porque es dueña de mis sueños
aún si duerme a mi lado,
porque estoy envenenado
en mi felicidad.

Es tan simple que confunde
contradiciendo calificativos,
incansable en su pereza,
con destrezas infinitas,
es humilde, sexy, empírica,
muy segura pero a veces
con conducta ciclotímica.

Yo no puedo describlirla
mi encanto es inapelable
y carente de palabras,
ella es, yo no lo se,
seguramente es inefable.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Una Mujer de Girondo

No fue la primera vez que la vi, pasó un tiempo considerable, no exesivo, pero sí prudentemente considerable antes de darme cuenta. Fue cuando sonrió, tampoco como el primer día, no es que ella nunca sonriera antes, desde el primer día la vi reír a carcajadas, ambos nos reímos hasta de nuestras desgracias. Pero esta vez su risa era algo diferente.
Tenue, sencilla, una especie de mueca que achinaban aún más sus pequeños ojos, que me miraban de a ratos. No había lógica en esa sonrisa, al menos yo no la encontraba, porque no era posible que tan sencillo gesto despertara tantas sensaciones. Estaba cargada con una fuerza de incalculable magnitud, tal es así, que yo no podía dejar de mirarla, atontado, y mi boca no hacía más que intentar sin éxito imitarla.
Fue entonces que entendí que la belleza se había democratizado. Su belleza era universal, infinita, y tan simple que podía ser expresada a través de una sonrisa tan perfecta como su toda. No había razones para sentir celos, porque ni el más tonto y egoísta idiota, hubiera podido nunca envasar su don; limitarlo y guardarlo para mi sería un absurdo, porque exedía la posibilidad de calcularlo.
Así entonces sin salir del encanto, le dije gracias, y soñe con tener alas, que me permitieran volar a su lado, porque por primera vez comprendí a Girondo, cuando me contó que las mujeres de las que un hombre puede enamorarse, son aquellas que pueden volar.

martes, 13 de abril de 2010

Te Extrañando Te

Una larga madrugada me robó horas de sueño,
la vanguardia se quedo con mi poesía,
y mi encanto sigue en crisis por tu culpa.

No estoy solo hoy en mi soledad
sino rodeado de tangibles suspiros
que llegan de un norte no tan lejano.

Y el sueño me gana la partida
y apoyo en la almohada mi perfil
respirando el perfume que dejaste.

No es tan martes trece,
cuando la suerte esta de nuestro lado
hay una fortuna bajo el colchón.

martes, 9 de marzo de 2010

Crisis de Encanto

No puedo quedarme callado
no quiero extenderme,
no quiero que sepa
al sabor del demasiado.

Tengo una crisis de encanto.

No quiero ser breve,
se me hace necesario
hablar para explicar
lo que entiendes al mirarme.

Tengo una crisis de encanto.

Ni siquiera sé lo que quiero decir
no entiendo, no encuentro,
no creo que existan palabras,
para decir lo que sabes de sobra.

Tengo una crisis de encanto.

Redundando

Si aún sigo redundando en un te quiero que,
insignificante se derrumba,
a los pies de lo que siento en realidad,
es a causa de mi incapacidad de encontrar,
escribir,
inventar,
descubrir,
ese adjetivo que solo te merece a vos.

Es la falta de canciones,
un síndrome de la hoja en blanco,
cargada de una sobra de razones
que me dejan callado,
dormido y encantado
de tenerte al lado mío.

Es el producto de lo desconocido.
La rareza de amigarse a la fortuna
y olvidarse del pasado.
La rutina que se muere
con sabina en un estadio,
o en un amanecer de Pinamar.

Es el miedo de soñar que es cierto,
que vale la pena dar sin esperar nada a cambio,
que todo vuelve y te premia la verdad.

Es la falta de costumbre
de dormir acurrucado
y respirar felicidad.
Es lo cursi en mis palabras.

Es mi voluntad
de ser ese gesto en tu boca
antes de un beso.

O quizá es un simple "te quiero"
queriendo decirte sin idas ni vueltas,
que soy apenas un tipo
feliz y encantado
de conocerse distinto
en el reflejo de tus ojos.

Fin de Semana

Se mezcla tu voz en el viento
que viene del río,
y te deja en silencio
mirando el gesto más simple
y obvio en mi cara;
sólo preocúpate si dejo de hacerlo.

Tu soberbia figura descansa
humilde en mi cama
y me deja callado
entre palabras escasas
vacías de sentido
comparadas con mi sentir.

Te vuelves y el sol se acobarda
detrás de edificios
que espían por la ventana,
ceñida entre brazos
que siempre procuran cuidarte
comparto tu felicidad.

Nunca las circunstancias
se presentaron más claras
dictando sentencia anunciada,
prestándome sueños
y tiempo de sobra
para despertarme contigo.

viernes, 15 de enero de 2010

Dormida

Si no duermes cuando hay dolor
prefiero verte dormida,
respirando cerca de mis labios.

Dormida
derramando la inocencia,
desafiando a la inconsciencia
con una mueca de sonrisa,
demorando amaneceres
que llegarán sin prisa.

Y mirarte
mientras un suspiro
te muestra confortable,
y te miro
y me siento el guardián
de tu sueño interminable,
y sonrío…

No despiertes todavía
no es tan tarde
aun te queda un sueño nuevo.

jueves, 14 de enero de 2010

Lo que es...

Si preguntas por qué,
no tengo las respuestas,
se pierde la razón.
Es una cuestión de fe,
es una canción de amor,
las largas despedidas,
el honor
de estar con vos.
Es un beso en la vereda,
un segundo de tu mano,
es tirar una moneda
que cae siempre de tu lado.
Es la necesidad constante,
es una siesta, abrazados.
Es una eterna discusión
con la excusa de reír,
es mirarnos y fingir
que podemos controlarlo.

jueves, 7 de enero de 2010

Sin Adejetivos.

Apagaba la ropa su cuerpo
por eso vestía de negro,
su boca era el reintegro
de la cuenta del diablo
a las tentaciones,
su espalda
un par de canciones,
sus pasos
el camino al cielo.

Salud a sus ojos café,
precisos, ineludibles,
fuertes, irresistibles,
pequeños detallistas.
Sus piernas equilibristas,
lidiando,
entre tacos y alcohol,
desafiando,
física y gravedad,
daban clases
de elegancia.
Salud a su humildad,
y a la casual circunstancia
de compartir,
conmigo una almohada,
y no dormir,
en una eterna madrugada,
y no parar,
de reír a carcajadas.

Globalizaba su voz
en comentarios banales,
“son todos iguales”,
escuché más de una vez,
pero morían después,
en besos que excedieron
todos los adjetivos,
sin embargo merecieron,
mucho más
que una canción.

Mi regalo a quién se cruzó conmigo por causalidades, para cambiar mis planes, y dar vuelta otra vez todas mis ideas. A la necesidad de encontrar un adjetivo que la describa, y aún no aparece. A una caricia sanadora capaz de borrar todo aquello que no merece la pena. A su capacidad de hablar dejándolo todo claro. A su esencia, sencillamente invaluable.