la vanguardia se quedo con mi poesía,
y mi encanto sigue en crisis por tu culpa.
No estoy solo hoy en mi soledad
sino rodeado de tangibles suspiros
que llegan de un norte no tan lejano.
Y el sueño me gana la partida
y apoyo en la almohada mi perfil
respirando el perfume que dejaste.
No es tan martes trece,
cuando la suerte esta de nuestro lado
hay una fortuna bajo el colchón.