Porque hay historias que merecen ser contadas...

Es hoy cuando decido aprovechar la bondad de internet para empezar a organizar una parte de mi vida. Alguien me comentó que había creado un blog para su mamá y lo vi como una buena alternativa de poner en orden un gusto que siempre tuve y nunca me animé a compartir masivamente, quizá porque en realidad no me considero bueno, sino simplemente un aficionado que encontró en la escritura una descarga, una terapia, y sobre todo una forma de no matar los recuerdos, porque a medida que pasa el tiempo, la memoria nos engaña.
No recuerdo cuando descubrí este gusto, pero fue hace mucho tiempo y gracias al amor por la enseñanza y la literatura de una profesora del secundario (Ana Machado), y porque algo merecía ser documentado de alguna manera, y para mi la palabra escrita es la mejor forma de trascender cualquier frontera, incluso cuando el tiempo, la vida, y la muerte nos condenan a un final anunciado. Porque sigo insistiendo en que hay cosas que son infinitas, y no todo termina cuando nos llega la hora, porque al límite de nuestra existencia lo determinamos nosotros mismos con lo cosechado en vida, y hay palabras que tienen miles de años y perduran gracias a que alguien las escribió en un papel, una piedra, una pared.
La literatura es un arte, y como todo arte es infinito. Muy lejos estoy yo de ser un artista, aunque en mi afán de escritor, alguna tuve la fantasía de que mucha gente llegara a leer lo que escribo con el mismo gusto con el que lo hago.
Soy desordenado por naturaleza, y en ese gran desorden perdí muchas cosas que escribí, nunca tuve un diario, bitácora, cuaderno, archivo, ni nada que conserve lo que fui escribiendo, y lamento haber perdido una parte de esos recuerdos que no merecen morir. Por eso es que decidí desde hoy recopilar mi material en un blog.
Porque internet es la herramienta mas usada del mundo, porque así voy a dejar perder lo que voy escribiendo, y porque quizá no cumpla ese sueño de que mucha gente lo lea, pero se que alguien lo va a leer y se va a encontrar entre mis recuerdos, y hasta quizá sonría de gusto.
Termino el prologo de mi blog con un GRACIAS a todas las personas que vayan a participar directa o indirectamente de él, porque cada día guarda mil historias que merecen ser contadas, y yo lo hago "por el gusto de escribir".

sábado, 13 de junio de 2009

El gusto de tu soda

Si quisiera no quererte
sería muy larga la lista
de cosas que debo olvidar,
quedaría sin protagonista
el sueño que un día despierto
y con los ojos entreabiertos
se me dio por soñar.
Debería olvidarme...
Que una noche te conocí
vistiendo un aire de modelo
camuflado en gestos inocentes,
con actitudes prudentes,
que te alejaban de mi.
Debería olvidarme...
que al robarte el primer beso
descubrí con el exeso
que no hay labios mas tentadores,
ni otra boca que quiera besar,
ni aromas, ni sabores,
que se comparen con tu piel.
Debería olvidarme también
que no hay pelo mas despeinado
que luzca más a la moda,
que el gusto único de tu soda
delata tus caprichos,
esos que tanto me divierten
y me hacen quererte aún más.
Y debería olvidar,
que no hay cuerpo más exacto
ni vientre más perfecto,
que no encuentro defectos
que sean perceptibles,
que no hay piernas mas eternas,
no hay sonrisas más tiernas,
y me resulta imposible
intentar olvidarte.
Si no hay manos mas artistas
para esculpir las caricias,
si cuando te pierdo de vista,
ho hago mas que extrañarte,
si no te saco de mi cabeza,
y aunque quisiera no quererte
ya no es posible, Pincesa.

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