Porque hay historias que merecen ser contadas...

Es hoy cuando decido aprovechar la bondad de internet para empezar a organizar una parte de mi vida. Alguien me comentó que había creado un blog para su mamá y lo vi como una buena alternativa de poner en orden un gusto que siempre tuve y nunca me animé a compartir masivamente, quizá porque en realidad no me considero bueno, sino simplemente un aficionado que encontró en la escritura una descarga, una terapia, y sobre todo una forma de no matar los recuerdos, porque a medida que pasa el tiempo, la memoria nos engaña.
No recuerdo cuando descubrí este gusto, pero fue hace mucho tiempo y gracias al amor por la enseñanza y la literatura de una profesora del secundario (Ana Machado), y porque algo merecía ser documentado de alguna manera, y para mi la palabra escrita es la mejor forma de trascender cualquier frontera, incluso cuando el tiempo, la vida, y la muerte nos condenan a un final anunciado. Porque sigo insistiendo en que hay cosas que son infinitas, y no todo termina cuando nos llega la hora, porque al límite de nuestra existencia lo determinamos nosotros mismos con lo cosechado en vida, y hay palabras que tienen miles de años y perduran gracias a que alguien las escribió en un papel, una piedra, una pared.
La literatura es un arte, y como todo arte es infinito. Muy lejos estoy yo de ser un artista, aunque en mi afán de escritor, alguna tuve la fantasía de que mucha gente llegara a leer lo que escribo con el mismo gusto con el que lo hago.
Soy desordenado por naturaleza, y en ese gran desorden perdí muchas cosas que escribí, nunca tuve un diario, bitácora, cuaderno, archivo, ni nada que conserve lo que fui escribiendo, y lamento haber perdido una parte de esos recuerdos que no merecen morir. Por eso es que decidí desde hoy recopilar mi material en un blog.
Porque internet es la herramienta mas usada del mundo, porque así voy a dejar perder lo que voy escribiendo, y porque quizá no cumpla ese sueño de que mucha gente lo lea, pero se que alguien lo va a leer y se va a encontrar entre mis recuerdos, y hasta quizá sonría de gusto.
Termino el prologo de mi blog con un GRACIAS a todas las personas que vayan a participar directa o indirectamente de él, porque cada día guarda mil historias que merecen ser contadas, y yo lo hago "por el gusto de escribir".

lunes, 27 de octubre de 2008

Se trata de vivir el Presente

Escribí esto en septiembre de 2004, en rosario... Creo que ese día participé de una charla de amigos en la que convenimos que el presente es el único tiempo que hay que vivir a pleno... Con 19 años no tenía muchos proyectos de vida, lejos estaba de imaginarme o armarme un futuro ideal para mí, y mucho menos tenía un pasado que me condenara a algo en particular. No había sufrido por amor, y creo que no había hecho sufrir tampoco. Pero conocía gente que perdía sus días ingenuamente haciendo proyectos de vida, perdiendo el tiempo con modelos que nunca servirían si no conocían nada del mundo práctico. Y también conocí elécticos y acelerados personajes que sin importarles nada del ayer despertaban sin pensar en mañana y vivían su día seguros de sí mismos y, absolutamente convencidos, salían a comerse el mundo.
Hoy con algunas ideas diferentes en cuanto a proyectos, y concepciones diferentes sobre el amor, sigo insistiendo que el presente es el tiempo más importante, dingo de vivirlo con absoluta plenitud, felices y agradecidos por lo que nos toca, "el maravilloso acto de despertar"...
Aca va mi regalo en el tiempo verbal que merece ser escrito, porque hay gente que cree en el amor, y gente que no nació para amar...

"PRESENTE"

Ella tiene la capacidad de hacerce extrañar,
y metida en la cabeza
la certeza que consigue lo que quiere,
adivina lo que viene,
pero sin estar pendiente del futuro,
se sumerge en el presente
y vive, simplemente vive...

El proyecta su vida
encerrado en dos ambientes
y va de la cama al sillón,
sin asomarse al balcón,
teniendo miedo de la gente.
Dejando escapar el presente,
soñando un futuro ideal
que llega sin apuro, y sin futuro.

Ella vende sueños de película
y con su poder de convicción
te hace creer que un colchón
hace soñar maravillas,
o que un frasco de pastillas
hacen de tu vida un éxito,
con palabras, gestos, pretextos
te pinta un mundo feliz.

Él, sin intención de salir
de su cielo reducido a un sol artificial
recive una visita especial,
tras un llamado a su puerta
y su curiosidad se despierta,
se desespera por saber
quién es la hermosa mujer
y a qué vino, y por qué.

Deja la puerta entreabierta
y pregunta sin mostrarse
por quién debe molestarse;
pero ella buena vendedora
no tarda nada en asomarse,
gran actriz, conocedora
sabe que solo debe presentarse
y así es que empieza la historia.

Él la invita a pasar
ella acepta café
y antes de empezar a verder
sus ilusiones pasajeras
quiere saber quién le espera,
a quién debe persuadir
y él accede a compartir,
una simple charla amena.

Él le cuenta su condena
ella escucha muy atenta
y de tanto en tanto intenta
venderle una cura ficticia
pero se le escapa una caricia
sin precio en ningún mercado
y él la recive del costado
donde guarda el corazón.

Ella pierde la razón
cuando el suelta una mirada
y sin estar acostumbrada
a mezcar trabajo y placer,
ya no piensa en vender
y lo invita a vivir su presente
explicando que el día siguiente
es un futuro lejano.

La felicidad está en sus manos
y aunque quiera terminar así
no es éste el final feliz,
queda más para esta historia
porque su sabor a victoria
se amarga por la mañana
cuando el perfume en las sábanas
es lo que queda de ella.

Sin embargo la historia es bella
porque sería mucho pretender
que justamente esta mujer
se enamore en un par de horas.
Pero sin ser conmovedora
desde mi humilde opinión
no es mal cierre de narración
les voy a contar por qué.

Al final yo no lo se
ni se cuando se temina,
sólo se que aquella mina
sigue vendiendo ilusiones
y él la busca entre peatones
sin pensar en el futuro,
lejos ya de cuatro muros,
vive, simplemente vive.

No hay comentarios: